Para estar en contacto con la naturaleza y conocer parte del patrimonio del Renacimiento francés, la zona del valle del Loira nos pareció perfecta para visitar unos días con la familia. Así pues, el verano pasado volamos desde Madrid hasta Tours para desde allí alquilar un coche y comenzar nuestra ruta por la zona que duraría 5 días.
En Fontevraud-l’Abbaye comenzó nuestra ruta para admirar uno de los principales monasterios de Europa en el que residieron nobles y reyes franceses. Hacia el este se encuentra la fortaleza real de Chinon, un castillo construido es una posición estratégica para asegurar el control del río Vienne, afluente del Loira. Cerca se sitúa el castillo-museo de Rivau cuyo jardín merece la pena visitar. El segundo día lo dedicamos a pasear por las callejuelas de la ciudad medieval de Tours. Allí destacan el castillo y los jardines de Villandry por la combinación entre la arquitectura del primero y los limoneros y viñedos del segundo. Visita obligada es el pueblecito de Azay-le-Rideau, sobre todo para dar un paseo en bici o a caballo para admirar así el encanto de un pueblo que parece el entorno de un cuento de hadas.
Siguiendo la ruta de los castillos, el que visitamos a continuación fue el de Amboise, que alberga la tumba de Leonardo Da Vinci y el de Clos Lucé en el que trabajó dicho artista. El centro urbano de la primera localidad está repleto de tiendas artesanales y cafés donde disfrutar de las especialidades gastronómicas y vinícolas de la región. El castillo de Chenonceau también conocido como el de las Damas, es el segundo más visitado del país por estar considerado una gran obra de arte.
En la ciudad de Blois es interesante visitar su casco antiguo. Su castillo fue considerado la mejor muestra de arquitectura renacentista de la localidad y junto a él se encuentra el museo La Maison de la Maige. El palacio de Chambod y el de Cheverny son muestras también del increíble legado del siglo XVII así como el castillo de Chaumont-sur-Loire que domina el río desde una colina. La doncella de Orleáns está presente en cada rincón de dicha ciudad donde merece la pena visitar la catedral de la Santa Cruz y el hotel Groslot así como la casa de Juana de Arco en el barrio antiguo. El castillo de Sully-sur-Loire fue el último de nuestro itinerario y el que puso el broche de oro a esta magnífica ruta en coche.
Los hoteles en los que hicimos noche, así como el itinerario a seguir durante nuestras vacaciones en Francia y otros consejos sobre la gastronomía y la cultura francesa los sacamos de las recomendaciones de una guía online que también seguimos durante la ruta gracias a su versión para móviles y sus actualizaciones diarias.